La ficción del desarrollo

«Contar es casi siempre un regalo, incluso cuando lleva e inyecta veneno el cuento, también es un vínculo y otorga confianza» (Javier Marías)

En esta ocasión traigo juntas algunas de mis pasiones: literatura, desarrollo y evaluación. La evaluación tiene de arte y de ciencia. Este post está dedicado a una de las personas que más me han influido tanto por su arte, como por su ciencia: mi padre. De él aprendí por qué subimos las montañas…«porque están ahí»….

La evaluación es una ciencia inabarcable y es un arte que se va perfeccionando y tomando nuevos matices con su práctica (y teoría). Ciencia y arte requieren de altas dosis de suerte y razonamiento. Forma parte de ello el arte y la ciencia de contar historias. Un evaluador ha de saber contar historias. Y es que esto del desarrollo da para muchas historias. El reto es escucharlas, construirlas y contarlas bien…y que te escuchen, que ése es otro cantar. A veces el problema no es la historia o el/la relator/a, sino una audiencia sorda, aunque un buen enfoque evaluativo ha de estar preparado ante tal eventualidad.

Contar historias o relatos nos ayuda a compartir nuestro conocimiento poniéndolo en contexto y dotándolo de emoción. Podemos compartir así conocimiento tácito y explícito. Las historias o relatos por otro lado llaman nuestra atención aumentando la posibilidad de escuchar y aprender. Pero a veces la potencia de contar y escuchar historias deja atrás…hasta los mismísimos RCTs. Y es que una buena narrativa o historia es mejor que muchos documentos, incluidas evaluaciones, especialmente cuando están basados en anécdotas…

Podemos encontrar muchos enfoques en base a contar historias en la evaluación de programas. Y por ejemplo la técnica de los “Cambios más significativos” (Most Significant Changes) se basa en seleccionar historias. La misma evaluación basada en la teoría de programa ha de ser capaz de reproducir la historia de «lo que ha pasado y por qué ha pasado» entremezclando a sus protagonistas: el diseño, el contexto, la estructura, el proceso y los resultados del programa.

Numerosas organizaciones recurren a ello, contando historias “de personas, de gente”, que es lo que más llega “a las personas, a la gente”. Ahora por ejemplo Oxfam Intermon demuestra el poder del arte para contar historias que lleguen a la gente en su proyecto “Un arte que agita conciencias”, en el que reivindica las bondades y necesidad de la cooperación para el desarrollo. A pesar de que no son buenos tiempos para la lírica.

Recientemente en base a una conferencia en el IDS que se emitió en la BBC (Popular Representations of Development: Insights from Novels, Films, Television and Social Media) ha habido un debate en la red KM4Dev sobre la ficción en el desarrollo. Supongo que muchos profesionales del desarrollo tendrán el gusanillo de escribir, aunque serán menos los que se dediquen a ello de forma más o menos sistemática (ya no digo profesional).

Por otro derrotero, pero dentro de la familia Oxfam, en uno de sus recientes posts, “Cautionary-tales-for-development-folk”, Duncan Green habla del libro escrito por un viejo conocido mío, Neil McDonald. Conocí a Neil en una misión en Ecuador para el proyecto Futuros Humanitarios. Este proyecto, Futuros Humanitarios, y la técnica que utilizaba, los «escenarios de futuro«, me recordaba a la técnica de la psicohistoria en esa saga de novelas de Asimov, la Fundación, que leí cuando era más joven (y vuelta a la ficción, los libros, la literatura y al desarrollo…y es que como decía Rilke “nuestra verdadera patria es la infancia”). Entonces, hace casi 7 años, Neil me pareció un escocés sabio y experimentado en temas de desarrollo, del que se podía aprender mucho…(y algo cascarrabias 😉 ). De él escuché el comentario:“Si no fuera por la cantidad de gente incompetente dentro de las instituciones, no habría trabajo para consultores independientes como nosotros”. Claro que en se dan casos como el de España en el que los consultores o asesores a menudo son más incompetentes que los funcionarios.

Otro de los comentarios que recuerdo de Neil fue: “En el mundo anglosajón, todo trabajador humanitario o del desarrollo acaba publicando un libro”.  No se refería a un libro sobre el desarrollo, sino a ficción, cuentos, novelas…Pues parece que Neil ya ha hecho realidad la publicación de sus sueños. “Cautionary-tales-for-development-folk” es su libro de ficción.

Pero hay muchas formas de contar la misma historia, de ahí el actual auge en evaluación de tendencias como la visualización de datos, infografías y comics. Pero esa es otra historia y tendrá que ser contada en otro momento.

2 pensamientos en “La ficción del desarrollo

  1. Comparto la visión que expone el autor sobre el poder de la narrativa como enfoque metodológico de evaluación. No obstante, y para no llevar a equívocos, me gustaría hacer hincapié en que las historias o relatos se escriben a partir de las voces de los actores implicados, que son las que conocen bien el contexto y los procesos de desarrollo que se dan en el marco de los proyectos, y que el evaluador o evaluadora no hace sino «apropiárselas». En este sentido, la evaluación es una verdadera práctica de mayéutica (según definición de la RAE, Método socrático con que el maestro, mediante preguntas, va haciendo que el discípulo descubra nociones que en él estaban latentes) cuyo resultado es la construcción de un discurso colectivo que permite valorar el desempeño de las acciones de desarrollo, y que deberá tener su correspondiente reflejo en la evolución de los indicadores de medición de resultados siempre y cuando estén bien definidos.

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  2. Pingback: La ficción del desarrollo | Joint Learni...

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