Algunas lecciones para enfrentarse a la pandemia en países vulnerables y de renta media y baja


Las siguientes son las lecciones sobre respuesta a epidemias para aumentar la resiliencia de los países con publaciones más vulnerables, que son complementarias a las medidas de distanciamiento social y sistemas proactivos y de gran cobertura de tests rápidos que parecen que están funcionando en los países más desarrollados (a partir de los posts anteriores Enfrentarse al coronavirus también desde la evaluación y la gestión del conocimiento y Contribuyendo a la resiliencia de los países más pobres y vulnerables durante esta pandemia (I de II))

A. Lecciones sobre respuesta inmediata a partir de evaluaciones pasadas:

1.Garantizar la apropiación y la coordinación al más alto nivel del gobierno, lo que a su vez requiere enfoques a la medida, según las especificidades y necesidades nacionales y locales.

1.1. En el caso de la respuestas pasadas (1) acción basada en la evidencia ante la crisis, (2) debate político como base para el desarrollo y la acciones políticas, (3) las capacidades del personal fortalecido a todos los niveles para responder a la emergencia, (4) mejora del nivel de transparencia y apertura, y (5) el público en general participó en la respuesta a la epidémia, y (6) se movilizaron recursos para apoyar la respuesta nacional.

1.2. Se establecieron centros de operaciones de emergencia que facilitaron los esfuerzos de respuesta y coordinación de todas las partes involucradas.

2.El financiamiento y uso de ayudas públicas es esencial. Dada la naturaleza global de los bienes públicos de los efectos secundarios de la respuesta a las enfermedades infecciosas emergentes, la disponibilidad de subvenciones es crucial a nivel de país. Los países de bajos ingresos estarían especialmente “indispuestos” a emprender proyectos que respalden un bien público global sin financiamiento de subvenciones. Con la provisión de financiamiento de subvenciones, se puede hacer más para alentar la cooperación entre países a nivel regional, como para compartir datos, muestras y recursos técnicos. Durante las epidemias pasadas, algunos países no percibían mucha amenaza o riesgo, o carecían de interés en usar sus propios fondos para apoyar un bien público global. El financiamiento de subvenciones fue útil para conseguir que el apoyo a las intervenciones fueran más asequibles para estos países.

3. Asociarse  con agencias técnicas especializadas.La función de convocatoria y financiamiento de instituciones financieras como los Bancos de Desarrollo funcionan mejor cuando se combinan con la experiencia técnica de agencias especializadas. El apoyo de respuesta a las crisis proveniente de múltiples socios a menudo se vuelve descoordinado y puede abrumar a los gobiernos receptores.

4 Incluir mecanismos de compensación en la respuesta.

(a) Los mecanismos compensatorios demostraron ser un elemento crítico para informar sobre brotes epidémicos. Es importante que los afectados conozcan y tengan plena confianza en el sistema, por lo que los mecanismos deben diseñarse y publicitarse antes de que ocurran brotes de enfermedades. Sigue leyendo

Contribuyendo a la resiliencia de los países más pobres y vulnerables durante esta pandemia (I de II)


Ya hemos tratado en otros posts sobre resiliencia y gestión del riesgo de desastres. Ahora junto al post anterior, Enfrentarse al coronavirus también desde la evaluación y la gestión del conocimiento, encontramos algunos lineamientos de preparación para la gestión y reducción del riesgo de los efectos de la pandemia en este interesante post the Berk Ozler el pasado 19 de Marzo 2020, del que ahora desarrollamos la primera parte: ¿Qué pueden hacer los países de bajos ingresos para proporcionar ayuda a sus ciudadan@a más pobres y vulnerables durante la pandemia de COVID-19?

A medida que países ya muy golpeados por la pandemia aprueban una legislación temporal para amortiguar el golpe masivo que, de una forma u otra, está también a punto de llegar a muchos de sus ciudadanos, pobres y no pobres, es importante pensar en (1) las herramientas disponibles para los gobiernos de los países de bajos ingresos, (2) qué tipo de preparativos podrían considerar y (3) qué tipo de carga fiscal enfrentan para los programas de protección social que pueden financiarse a través de sus propios presupuestos y subvenciones de instituciones internacionales de desarrollo.

Ya se han escrito artículos sobre este tema: Ugo Gentilini, líder mundial de las redes de seguridad social en la Dirección de Protección Social y Empleos del Banco Mundial, escribió un post en su blog, que se basa en su reciente libro «Explorando el ingreso básico universal» con Grosh, Rogolini y Yemtsov (editores).

Desde Organismos internacionales ya se pidieron grandes transferencias específicas, con una publicación relacionada específicamente sobre transferencias de efectivo. El objetivo de este post de Ozler fue comenzar una discusión más específica para los países de bajos ingresos y las decisiones esenciales que probablemente tendrán que hacer en los próximos días, semanas y meses. Este posts fue escrito como un primer paso en esa discusión, para proporcionar un marco para las consideraciones que probablemente surjan, aunque sin pretender ser exhaustivo. Además, Ugo Gentilini dedicará sus posts semanales a respuestas de políticas específicas por país a COVID-19 en más de 30 países durante las próximas semanas Sigue leyendo

Seis principios para la medición del choque


Estos principios deben ser considerados en cualquier iniciativa de construcción de resiliencia:

1. Realizar un análisis exhaustivo del panorama de riesgos más amplio, incluidos los riesgos potenciales a lo largo del tiempo.

2. Mida los riesgos, choques y los estresores en escalas múltiples y en diferentes períodos de tiempo Sigue leyendo

El triple dividendo de la resiliencia II


Seguimos con la segunda parte del post anterior sobre el El triple dividendo de la resiliencia, de la Serie Informes de investigación y estudios de ODI, aparecido en Diciembre de 2015 y escrito por  Thomas Tanner, Swenja Surminski, Emily Wilkinson, Robert Reid, Jun Rentschler y Sumati Rajput

Mejorando la  justificación empresarial para la Gestión de Riesgo de Desastres

Recordemos que este informe proporciona evidencia de tres tipos de beneficios, o dividendos de la resiliencia, que las inversiones GRD pueden generar:(1) Evitar pérdidas(2) Estimular la actividad económica ; y (3) Usos de una inversión en GRD específica.

Comprender los tres dividendos de la resiliencia e incorporarlos en la planificación y la toma de decisiones es fundamental para fortalecer la justificación para las inversiones en GRD. Es cierto que el principio fundamental que sustenta las medidas de GRD será salvar vidas, reducir las pérdidas y promover una recuperación efectiva de los desastres. Sigue leyendo

El triple dividendo de la resiliencia


Nos centramos hoy en El triple dividendo de la resiliencia, de la Serie Informes de investigación y estudios de ODI, aparecido en Diciembre de 2015 y escrito por  Thomas Tanner, Swenja Surminski, Emily Wilkinson, Robert Reid, Jun Rentschler y Sumati Rajput

Aumento de las pérdidas por desastres.

El cambio climático y las condiciones climáticas extremas amenazan los medios de subsistencia y detienen el crecimiento y el desarrollo sostenible. El número de desastres y las pérdidas económicas y humanitarias han aumentado desde los años ochenta. Las pérdidas económicas son ahora de $ 150 a $ 200 mil millones anuales, con daños cada vez más localizados en áreas urbanas de rápido crecimiento en países de bajos y medianos ingresos. A pesar de saber esto, la inversión prevista (ex-ante) en la gestión del riesgo de desastres (GRD) sigue siendo relativamente baja.

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Género, resiliencia y gestión del riesgo de desastres II


Continuamos con el anterior post Género, resiliencia y gestión del riesgo de desastres, que se refiere a la revisión teórica Género y resiliencia en la gestión integral del riesgo de desastres, de Elisabet Molina Bastante, donde se describen los conocimientos de la perspectiva de género aplicados a la gestión integral del riesgo de desastres (GRD) desde las ciencias sociales. Sigue leyendo

Diferentes soluciones desde diferentes bucles de aprendizaje


Los bucles de aprendizaje de Argyris & Schön se refieren a diferentes niveles de aprendizaje basado (1) en la experiencia, (2) en la dinámica del aprendizaje organizacional y (3) del cambio institucional.

Veamos un ejemplo con las diferentes soluciones que se pueden dar en un entorno de sequía recurrente a medios de vida agrarios : Sigue leyendo

Lecciones aprendidas en la ayuda humanitaria


Tomamos estas lecciones aprendidas de Acción Contra el Hambre publicadas por VICTOR MANUEL VELASCO CORROCHANO (ACH)

Cada emergencia es diferente y única. No hay, por tanto, una receta mágica para responder a todas las crisis. Pero de la experiencia de resolver problemas similares, aunque en contextos distintos, se extraen lecciones valiosas para mejorar. Estas son algunas de las lecciones aprendidas sobre el terreno: Sigue leyendo

La resiliencia más allá del 2015: ¿el camino hacia la coherencia?


 

En 2015 y 2016, los gobiernos del mundo acordaron (1) el Marco Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres (Sendai Framework), (2) los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, (3) el Acuerdo de París sobre el Cambio Climático y (4) el Marco de la Cumbre Mundial sobre la Asistencia Humanitaria. Estos marcos articulan un conjunto de objetivos y metas que, si se logran, crearán un futuro en el que se habrán logrado avances significativos en la gestión de desastres, el desarrollo sostenible, el clima y los desafíos humanitarios de hoy. Sigue leyendo

La reducción del riesgo de desastres


Voy a iniciar un ciclo de posts relacionados con la gestión del riesgo de desastres (DRM-disaster risk management) y con la resiliencia. El seguimiento, la evaluación, la gestión del conocimiento son transversales a dichos conceptos. El post de hoy es una introducción al concepto de reducción del riesgo de desastres.

Un enfoque basado en derechos reconoce los derechos de todos los seres humanos a (i) realizar su potencial y (ii) tener la oportunidad de vivir libres de la pobreza en un mundo seguro y más equitativo. Esto incluye el derecho a: (1) la vida y la seguridad; (2) medios de vida sostenibles; (3) ser escuchado; (4) tener una identidad; y (5) tener acceso a servicios sociales básicos.

La protección de derechos son todas las actividades tendientes a conseguir el pleno respeto de los derechos de las personas de conformidad con la letra y el espíritu de la normativa pertinente ( (a) derechos humanos, (b) derecho humanitario y (c)derecho de los refugiados). Los agentes de desarrollo y humanitarios y los defensores de derechos humanos deberán realizar esas actividades en forma imparcial y no basándose en la raza, el origen étnico o nacional, la lengua, o el sexo (CICR, 1999).

Los profesionales de ayuda humanitaria y del desarrollo comparten un objetivo común: el empoderamiento de las mujeres, los hombres y los niños para disfrutar de sus derechos humanos básicos y la protección permanente de esos derechos.

El riesgo es la  combinación de la probabilidad de que se produzca un evento y sus consecuencias negativas (EIRD, 2009). Por lo tanto, las estrategias de desarrollo y las respuestas humanitarias necesitan incorporar medidas para reducir los principales riesgos para el cumplimiento de este objetivo, ya que  los impactos de los desastres continúan siendo un gran obstáculo para ello. Además, los innumerables desastres de pequeña escala no reportados ejercen una presión acumulativa sobre la salud, la vida y los medios de vida.

Los desastres se reconocen dentro del sector de ayuda humanitaria y del desarrollo como situaciones que provocan trastornos graves en la vida de una comunidad o sociedad, de los cuales la mayoría de las personas no pueden recuperarse sin la asistencia externa de terceros a menudo fuera de su comunidad o sociedad. Generalmente (a) implican la pérdida masiva de (i) vidas, (ii) infraestructura y otros activos y (b) afectan (i) el bienestar, (ii) la seguridad, (iii) la salud y (iv) los medios de vida de las personas. Algunos impactos son (1) inmediatos (una inundación o un terremoto) y otros (2) diferidos (una sequía) ya que son causados por la forma en que las personas reaccionan frente a la situación e intentan recuperarse de la misma.

Los desastres (a) no son interrupciones inevitables del desarrollo a los que se responde con la rápida distribución de ayuda de emergencia, (b) sino el resultado de riesgos no controlados dentro del proceso de desarrollo propiamente dicho. Estos riesgos no controlados se producen cuando ocurre una amenaza, como una plaga o una sequía, en la que (i) las personas, (ii) los bienes y (iii) los sistemas (1) se ven expuestos y (2) son vulnerables a sus efectos.

Una amenaza es un (1) fenómeno o acontecimiento (por ejemplo: inundación, ciclón, terremoto), (2) actividad humana (por ejemplo: conflicto civil), o (3) condición peligrosa que pueden ocasionar (a) la muerte, lesiones u otros impactos a la salud, al igual que (b) daños a la propiedad, (c) la pérdida de medios de vida y de servicios, (d) trastornos sociales y económicos, o (e) daños ambientales. Las amenazas pueden ser (i) individuales, (ii) combinadas o (iii) secuenciales en origen y efectos. Cada una de ellas se caracteriza por su ubicación, intensidad, frecuencia y probabilidad. Comprender la naturaleza y la probabilidad de tales peligros es de importancia crítica para la seguridad y protección de las personas y la comunidad (EIRD, 2009).

El riesgo de desastres supone la pérdida potencial – de vidas, de la salud, de los medios de vida, de los bienes y servicios – que podría sufrir una determinada comunidad o sociedad durante un determinado periodo debido al desastre. El riesgo de desastres puede reducirse considerablemente desde el lado del desarrollo y desde el lado de la acción humanitaria:

(A) Desde el desarrollo reforzando estrategias encaminadas a disminuir la vulnerabilidad y la exposición a las amenazas en el marco de acciones generales para abordar la pobreza, la desigualdad y la negación de los derechos fundamentales.

La vulnerabilidad son las características y las circunstancias de una comunidad, sistema o bien que los hacen susceptibles a los efectos dañinos del cambio climático y las amenazas. La vulnerabilidad puede ser determinada por la interacción entre (1) la exposición y (2) la sensibilidad a una serie de factores de gobernanza, sociales, económicos, políticos y ambientales interrelacionados (Oxfam GB, 2010).

Existen diversos aspectos de la vulnerabilidad que surgen de varios factores físicos, sociales, económicos y ambientales. Entre los ejemplos se incluyen (1) el diseño inadecuado y la construcción deficiente de los edificios, (2) la protección inadecuada de los bienes, (3) la falta de información y de concientización pública, (4) un reconocimiento oficial limitado (a) del riesgo y (b) de las medidas de preparación y (5) la desatención a una gestión ambiental sensata o prudente. La vulnerabilidad varía considerablemente dentro de una comunidad y en el transcurso del tiempo.

La exposición en general significa (a) estar físicamente en la zona afectada por el fenómeno climático, o (b) depender de bienes, sistemas, instituciones u otras personas que están en esa zona. Las medidas del grado de exposición pueden incluir (1) la cantidad de personas o (2) los tipos de bienes en una zona. Estos pueden combinarse con la vulnerabilidad específica de los elementos expuestos a una amenaza en particular con el fin de calcular los riesgos cuantitativos relacionados con esa amenaza en la zona bajo estudio (EIRD, 2009).

(B) Desde las operaciones de respuesta humanitaria a desastres y otras crisis se pueden diseñar e implementar de tal forma que se proteja el derecho a la vida de las personas afectadas y otros derechos básicos en el corto y mediano plazo.

 

El enfoque de reducción del riesgo de desastres se refiere a  esfuerzos sistemáticos dirigidos al análisis y a la gestión de los factores causales de los desastres, lo que incluye (1)  la reducción del grado de exposición a las amenazas, (2)  la disminución de la vulnerabilidad de la población y la propiedad, (3) una gestión sensata de los suelos y del medio ambiente y (4) la mejora de la preparación ante los eventos adversos (EIRD, 2009).

 

REFERENCIAS

ICRC (1999) ICRC Ecogia Protection Seminars (1996-2000). Geneva, Switzerland.

EIRD (2009) Terminology on Disaster Risk Reduction. Geneva, Switzerland. Disponible en línea en: www.unisdr.org/files/7817_UNISDRTerminologyEnglish.pdf

Marilise Turnbull, Charlotte L. Sterrett, Amy Hilleboe  (2013) Hacia la Resiliencia. Una Guía para la Reducción del Riesgo de Desastres y Adaptación al Cambio Climático.  Practical Action Publishing Ltd.

Oxfam GB (2010) Gender, Disaster Risk Reduction, and Climate Change Adaptation: A Learning Companion. Oxfam Disaster Risk Reduction and Climate Change Adaptation. Resources. Oxford, UK.