Esa tarde en la Alianza Francesa había una feria del libro. Muchas mesas muy interesantes con libros diversos.
En especial me quedé con uno de un tipo que vendía sus propios libros. Le pregunté y en efecto se los había leído todos.
Parecía un tipo feliz. Pero cómo puede un tipo vender sus libros, su tesoro más preciado (lo dice un loco de los libros)
Le compré un total de seis libros y todavía me acuerdo de la sonrisa del tipo
En casi todos esos libros había una reseña de la fecha, el lugar y un nombre.
Esos libros son ahora mi tesoro, todavía no me atrevo a vender ninguno de los míos
Todavía no sé bien si el tipo era feliz porque vendía sus libros o vendía sus libros porque era feliz…