Continuamos con el anterior post Género, resiliencia y gestión del riesgo de desastres, que se refiere a la revisión teórica Género y resiliencia en la gestión integral del riesgo de desastres, de Elisabet Molina Bastante, donde se describen los conocimientos de la perspectiva de género aplicados a la gestión integral del riesgo de desastres (GRD) desde las ciencias sociales.
Tanto el género como la resiliencia son variables claves a tener en cuenta en la GRD, ya que la mujer a pesar de encontrarse ante una situación de vulnerabilidad rompe barreras, convirtiéndose en un poderoso agente de cambio indispensable ante los desastres. Se ha de potenciar y tener en cuenta la figura femenina y sus capacidades en la GRD, situando dicha figura en la esfera tanto del hogar, como comunitaria, debido a sus habilidades de actuación. Estas son las razones para la potenciación a nivel comunitario de la mujer ante desastres:
§ Promoción y desarrollo de cultura preventiva
§ Papel activo en la comunidad mediante redes y organizaciones locales
§ Rápida respuesta a los desastres
§ Importante lideresa y negociadora
§ Trabajo emocional, clave para mantener a la familia emocionalmente unida
§ Educadora y transmisora de los valores y tradiciones culturales
§ Proveedora del cuidado de la salud
§ Favorece el tejido social
§ Ejerce funciones de administradora de recursos
§ Destacadas habilidades comunicativas
§ Posee valiosos conocimientos sobre su propia comunidad
§ Asume un papel activo en tareas consideradas típicamente masculinas
§ Destacable posesión de resiliencia
§ Trabaja en fomento de la cultura en resiliencia
§ Procedimiento positivo de prevención y rehabilitación