Para una información más funcional y transparente (a nivel estratégico y operativo) se debe planificar y presupuestar el proceso de gestión de la información, cantidad y calidad de información, en cada una de los siguientes DIEZ aspectos:
(1) diagnosticar las necesidades de información actuales y futuras de la organización;
(2) analizar posteriormente la información ya almacenada y la no existente (para qué/para quién), es decir qué información está disponible y qué uso se hace de ella;
(3) Determinar la calidad de la información (seguimiento y evaluación);
(4) considerar diferentes necesidades de información para diferentes actores:
(i) criterios de funcionalidad (¿para qué? ¿para quién?);
(ii) unidades de análisis (¿cómo?);
(iii) niveles de agregación (¿dónde y cómo?);
(5) identificar cómo los actores implicados generan, utilizan e intercambian información; y fomentar la participación
de los agentes implicados en el diseño, implementación y seguimiento de la estrategia de información;
(6) sistematizar los aspectos relacionados con la precisión, el detalle, la frecuencia, el formato, la ubicación y
mantenimiento de la información;
(7) comprender los vínculos entre información, participación y poder;
(8) generar información de calidad como pre requisito para su gestión;
(9) estimar los recursos necesarios para poner en práctica la estrategia de información;
(10) establecer un sistema de seguimiento y evaluación de la estrategia de información.
Referencias:
Rodríguez-Ariza, C. (2010) “La gestión de la información en organizaciones de desarrollo (vol.II) El caso de los departamentos de las administraciones públicas españolas que trabajan a través de las ONGD. Un reto y un compromiso asociado a la agenda de calidad de la ayuda”. Nº 11 / 2010