
El inspirador documento Survival or Renewal? (septiembre 2025) plantea una apuesta fuerte: la ONU no puede limitarse a reformas técnicas y/o cosméticas, porque eso solo prolonga la inercia; para sobrevivir en un mundo de crisis múltiples, necesita una metamorfosis cultural y política. La metáfora es clara: como la oruga que se disuelve antes de ser mariposa, el sistema debe permitir que surjan nuevas imaginal cells que construyan un modelo distinto, no un parche más sobre la burocracia.
Ideas fuerza y originalidad
Sin un salto radical de modelo —basado en colaboración, poder distribuido, propósito compartido y renovación interna— el sistema corre el riesgo de quedarse en la “supervivencia burocrática” y perder relevancia.
El texto propone cuatro grandes desplazamientos:
- De feudos a propósito compartido: pasar de silos institucionales a equipos en torno a misiones y resultados comunes.
- De jerarquía a poder distribuido: dar voz a jóvenes, comunidades y staff de primera línea, no solo a Estados Miembros y cúpulas.
- De fragmentación a ecosistema: interoperabilidad de datos, plataformas comunes y equipos conectados.
- De burocracia agotadora a renovación: cuidado, confianza y aprendizaje continuo como condiciones para el cambio.
Lo innovador no está solo en la lista, sino en el giro cultural: cultivar condiciones (confianza, escucha, cuidado) para que la colaboración deje de ser heroica y se convierta en norma y en mecánica.
Motores posibles
El documento identifica semillas ya activas: comunidades como Young UN o UNLOCK, fondos conjuntos como el SDG Fund o el Peacebuilding Fund, y la propia presión presupuestaria que puede catalizar cambios donde antes había resistencia.
Riesgos de hacerse ilusiones (wishful thinking)
El talón de Aquiles sigue siendo el mismo: sin mover las palancas de financiamiento, incentivos y poder, la mariposa puede quedarse atrapada en el capullo.
- Si los donantes siguen priorizando el logo por encima del impacto colectivo.
- Si los incentivos internos premian el control y la visibilidad individual más que la colaboración.
- Si el poder continúa concentrado en las élites de las Organizaciones y los Estados Miembros, con participación local reducida a retórica.
Retos y preguntas abiertas
Aquí aparece un reto central: Survival or Renewal?, como otras iniciativas (incluido UN80), nace en muchas ocasiones de arriba hacia abajo, con una narrativa de participación que a menudo confirma las visiones de las élites. El riesgo es terminar en otra “reforma” que cambia sillas, pero no acerca más a la ONU a los problemas reales ni al accountability auténtico.
El reto es combinar la narrativa desde arriba con esfuerzos paralelos, experimentales y bottom-up: laboratorios de país, consorcios locales, fondos flexibles, mecanismos de poder distribuido. El verdadero cambio ocurrirá cuando esas innovaciones insurgentes se inserten en el sistema de rendición de cuentas de la ONU, para que la colaboración pase de ser narrativa inspiradora a práctica recompensada.
Preguntas que quedan abiertas (a la luz de mi post Colaborar o morir de PowerPointismo):
- ¿Qué incentivos premiarán la colaboración diaria?
- ¿Cómo persuadir a los donantes para financiar lo colectivo y no solo la marca?
- ¿Qué mecanismos moverán poder hacia quienes están en terreno?
- ¿Cómo blindar las imaginal cells contra el sistema inmunológico de la burocracia?
Conclusión
El valor de Survival or Renewal? está en situar el reto de la ONU no como un problema técnico, sino como una oportunidad cultural y política. El reto ahora es pasar de la épica a la mecánica: menos metáforas, más incentivos, estructuras concretas y accountability real. Y, sobre todo, reconocer que la transformación no vendrá solo de documentos brillantes, sino además de la responsabilización conjunta «desde» arriba y «desde» abajo, dentro y fuera del sistema.
Porque, de lo contrario, la mariposa corre el riesgo de quedarse en el PowerPoint.
👉 Documento completo: Survival or Renewal? (2025)
👉 Mi post relacionado: Colaborar o morir (de PowerPointismo)