El fin del relato del “salvador blanco”
Continuamos en el post con la serie de posts sobre «repensar la cooperacion internacional«. El sistema de cooperación internacional se sostiene sobre una narrativa que ya no convence: la del Norte que rescata al Sur. Una arquitectura a menudo vertical, colonial, funcional para justificar fondos, pero insuficiente para transformar realidades. Algunos, como William Easterly, afirman incluso que “la ayuda occidental ha hecho más daño que bien cuando se impone desde fuera” (The White Man’s Burden, 2006). Y sin embargo, esa imposición continúa. Bajo nuevos ropajes: innovación, datos, IA.
Pero la escena puede tener retos adicionales. Desde Uganda, Michael Gumisiriza denuncia que la ayuda humanitaria se ha convertido en un “teatro cuidadosamente montado” en el que los refugiados repiten discursos aprendidos para garantizar la continuidad de proyectos que son más negocio que misión (The New Humanitarian, 2025).
Evaluar no basta: hay que transformar
Como evaluador, sé que la evaluación puede contribuir a mejorar los programas. Pero también puede volverse cómplice de un sistema que solo busca legitimarse. Kerry Abbott lo resume con claridad: demasiada evaluación sirve para justificar lo marginalmente efectivo, no para rediseñar desde la raíz.
