Pensamiento evaluativo para la evaluabilidad


En El pensamiento evaluativo en el ciclo de gestión y planificación ya identificamos algunos de los comportamientos en las organizaciones que son indicativos del pensamiento evaluativo en cada fase central de sus operaciones:

1.Desarrollo y diseño del programa

 Evaluar sistemáticamente el contexto de los servicios y programas para identificar brechas, redundancias y tendencias.

• Evaluar sistemática y regularmente (con datos) nuestra propia capacidad de crecimiento y nuestras capacidades para nuevos servicios.

• Incorporar los hallazgos de la evaluación en el diseño del programa.

• Involucrar a múltiples grupos de partes interesadas (beneficiarios, personal, gerentes, expertos, etc.) en el diseño y la planificación del programa.

• Desarrollar y documentar teorías y modelos de programas para guiar la implementación.

Mejorar la evaluabilidad y desarrollar estrategias de evaluación desde/en el momento del diseño del programa para asegurar que la recopilación de datos sea significativa y manejable y esté integrada en las operaciones del programa.

• Integrar procesos de evaluación, reflexión, aprendizaje y mejora en los ciclos regulares del programa.

2.Gestión de programas

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Evaluabilidad en tiempos de pandemia


Dados los retos que supone la situación actual para la práctica tradicional de la evaluación, empezamos una serie de posts sobre «evaluabilidad». Entre las agencias internacionales de desarrollo parece haber un acuerdo generalizado sobre el significado del término «evaluabilidad». La siguiente definición de la Organización para la Cooperación Económica y el Comité de Ayuda al Desarrollo-Desarrollo (OCDE-CAD) es ampliamente citada y utilizada:

“La medida en que una actividad o proyecto puede evaluarse de manera confiable y creíble” (OCDE-CAD 2010; p.21)

El documento de trabajo del DFID (Davies 2013) sobre la valoración de la evaluabilidad identificó las siguientes dimensiones de evaluabilidad:

• La evaluabilidad «en principio» analizará (1) la claridad de los fundamentos conceptuales y (2) el diseño de la intervención, incluida (a) la teoría subyacente del cambio y (b) cómo se ha traducido en el marco de resultados de la intervención. Sigue leyendo