Desmotivando a los miembros de nuestro equipo

Es esencial la relación entre los miembros de un equipo y  el/la líder del equipo. No sólo puede afectar a la moral del equipo y sus miembros, sino que también puede tener consecuencias más amplias para la organización en su conjunto. Es difícil imaginar que a una organización le vaya bien, tenga buen desempeño o desempeño óptimo, sin equipos motivados. Aquí hay cinco formas efectivas de motivar al personal:

Incentivar a sus miembros. Hágales sentir que el éxito de la organización también significa éxito para ell@s. No hay nada como una posible recompensa para motivar a la gente. Un programa como este probablemente tendrá que provenir de la alta dirección, no sólo del gerente directo.

Interésese activamente por la trayectoria profesional de los miembros de su equipo. Ofréceles formación adicional y actúe como su mentor. Si en su equipo sienten que les espera un futuro mejor, eso los motivará.

• Hacer hincapié en un equilibrio saludable entre el trabajo y la vida personal. Una forma de hacerlo es asegurarse de que todos se tomen sus vacaciones. Las personas renovadas son personas motivadas.

Escuchar es clave. Si las personas sienten que su jef@ las escucha, incluso cuando se quejan, serán más felices y productivas. ¡Escuche a los miembros de su equipo!

• Por encima de todo esto hay una idea general: el respeto por los demás contribuye en gran medida a motivar a las personas. Trate a sus subordinados como le gustaría que lo trataran sus superiores.

Pero ¿qué podemos hacer para desmotivar a nuestro personal? ¿Cómo podemos ser mal gerentes o líderes/as de equipo?

• Utilicemos nuestro puesto directivo para mostrarle a la gente quién manda. Faltar el respeto a los subordinados porque están por debajo de nosotros.

• Tomar crédito o reclamar responsabilidad por el trabajo realizado por nuestros subordinad@s. El equipo trabaja para nosotros, ¿verdad? Entonces, ¿por qué dar crédito a los miembros del equipo?

• Perder las formas y los estribos. ¡Enfadarse siempre muestra a la gente quién manda!

• Permitir que los empleados asuman injustamente la culpa de las cosas. Mejor que asuman los fallos ell@s que nosotros, ¿verdad?

• No felicitemos ni elogiemos a las personas por su buen trabajo. ¡Lo siguiente que sabremos es que querrán un ascenso o un aumento de sueldo!

Motivar a las personas requiere mucho más trabajo que desmotivarlas, pero con algunos consejos como anteriores, ¡podemos ir en la dirección de  formar un equipo sólido y productivo!

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