Evaluador/a no hay camino, se hace camino al andar


Quedarse en el camino significa salir de este campo de la evaluación.

En mi carrera profesional en evaluación, quizás como much@s otr@s evaluador@s que no se quedaron en el camino, me he movido en tierra de nadie, y me pregunto si no soy visto como «pragmático» para la academia y un «teórico» en la práctica. Me sigue haciendo gracia que los «profesionales» en el terreno (a l@s que llaman «practitioners») te llamen «teórico» como algo despectivo. Con media sonrisa pienso: «no hay mejor práctica que una buena teoría»…pero tú que me llamas teórico, tú, de tu práctica no saco más teoría que la del caos…y claro ni se nos ocurra hablar a esos practitioners de pacotilla sobre la teoría de la complejidad: si lo hacemos seremos etiquetados «además» de rebuscados, embrollados y confusos…

Por suerte o desgracia he estado en diferentes entornos de trabajo siempre en relación a la evaluación (como investigador, gestor o evaluador externo): universidad, administración pública, organismos internacionales, organizaciones locales, consultoría independiente. Ese «caminante no hay camino, se hace camino al andar» (no sé bien si deseado o impuesto o ambos), me ha convertido en un nómada, ambulante, errante, itinerante, vagabundo…y eso me ha dado la posibilidad de reforzar mi independencia.

Sigue leyendo

¿Y la carrera (no tan) profesional en la ayuda al desarrollo desde el «Sur Global»?


En mi anterior post «Carrera (no tan) profesional en la ayuda al desarrollo» hablaba de Duncan Green y algunos consejos para construir una carrera en el sector del desarrollo.

Makarand en su blog Development Debate, a través de su post «Entonces, ¿quieres trabajar en Desarrollo Internacional?«, replica a su amigo Duncan Green y nos viene a decir que si en el norte nos quejamos sobre la carrera profesional en el sector de la ayuda al desarrollo, en el sur global lo tienen peor.

Makarand consideró que el post de Duncan era demasiado «centrado en el Norte Global», así que decidió escribir sobre lo que significaría para l@s jóvenes del mundo en desarrollo hacer una carrera en el desarrollo internacional. Escribió el post sobre la base de lo que ha visto y experimentado en casi 12 años en Desarrollo Internacional, tras 14 años de trabajo en India.

Las opciones y las rutas para desarrollar una carrera en el desarrollo internacional difieren dependiendo de si perteneces al «mundo en desarrollo (Sur Global)» o al «mundo donante (Norte Global)». Sigue leyendo

Carrera (no tan) profesional en la ayuda al desarrollo


 

Y relacionado con nuestros pasados posts sobre la «Carrera profesional» o «Carrera no profesional» (como lo podamos/queramos llamar desde cada una de nuestras «experiencias vitales»), desde el post de Duncan Green «Los mejores consejos para construir una carrera en ayuda y desarrollo» (12 de febrero de 2020), nos cuenta Duncan que presidió un gran panel sobre este tema en la London School of Economics. Los oradores procediían de grandes donantes: bilaterales como el DFID y USAID, bancos regionales como el BAD y el BERD, y el  Banco Mundial para agregar la visión multilateral, y desde todas las etapas de sus carreras, pero sus consejos se se podrían aplicar al resto del sector de ayuda y desarrollo.

Se les pidió que dieran sus mejores consejos. Es interesante porque este post ha sido contestado por una voz desde el sur cuestionando algunos de los planteamientos, pero ya hablaremos de ello en otro momento.

1. En el post de Duncan había una selección de consejos:

Coraje, humildad y brújula moral: no se trata solo de calificaciones extraordinarias, sino del tipo de persona que eres. Te enfrentarás a momentos de miedo: abrázalos; serás llamado por arrogancia, escucha y aprende. Y no abandones tu brújula moral: es, después de todo, al menos en parte, por lo que buscamos trabajo en este extraño sector. Sigue leyendo

¿Qué se necesita para construir una carrera en evaluación?


Marco Segone argumentaba en uno de los paneles de la última Asamblea Global de IDEAS 2019 (Prague, Czech Republic, desde 2 a 4 Octubre 2019) #2019IDEASGA sobre ¿Qué se necesita para construir una carrera en evaluación?

No hay profesionalización sin evaluación


 

Por casualidad, como suelen ser las cosas en un sector sin profesionalización, me comuniqué con mi colega eternamente al borde del caos, Pablo Rodríguez Bilella, y le comenté de la posibilidad de, en la próxima conferencia de la RELAC, hacer «algo conjunto» en relación a profesionalización de la evaluación. También recientemente hablé con María José Soler Fraile, presidenta de APROEVAL, sobre la necesidad de trabajar conjuntamente todas las asociaciones de evaluación de habla hispana, y mencionamos el tema de trabajar conjuntamente sobre el tema de la profesionalización.

Fruto de ese azar supe que el caótico y siempre complejo Pablo estaba escribiendo un artículo sobre el tema de la profesionalización en evaluación y, como buenos latinos, nos retamos a un intercambio «e-post-olar» con la posibilidad de atraer a otros desgraciados de este sector no profesionalizado…Como es habitual él se adelantó, él que es una metralleta de las redes sociales: Evaluación y profesionalización: ¿extraña pareja? (parte 1)…bueno pues ahora toca el momento de la remontada…

En este primer post para no perder el rumbo voy a filosofar…aunque  en muchos aspectos coincidimos Pablo y yo  (o, más humilde, coincido yo con él)

Y es que la evaluación es política, es técnica y…es filosofía (cómo entiendo yo aquí filosofía: dígase de lo que el vulgo evaluativo (yo incluido) piensa de las teorías evaluativas…aunque algunos quijotes y sancho panzas no dejen de decir aquello de que no hay mejor práctica que una buena teoría)

Pues en esta introducción doy tres ideas y hago un ejercicio de gestión del conocimiento, rescatando tres fragmentos de tres posts pasados:

 

1.Veo dos retos para la profesionalización de la evaluación: (1) centrarse demasiado en la cuestión técnica (tecnocrática) cuando la evaluación también es (o sobre todo es) política; y, si se consigue el progreso de la profesionalización, (2) centrarse sólo en el binomio  político y tecnocrático, con cuerpos de élite corporativos que se olvidan de su origen y de su fin social. Las asociaciones de evaluación deben cumplir su rol, sin caer en la trampa (1) de la tecnocracia y, cuando se relacionan con el tan peligroso y atractivo mundo del poder, (2) de venderse, sin escuchar a las bases y a la sociedad…ya lo sé, un circo de tres pistas, pero es lo que tiene la evaluación que, recordemos, es política, técnica y filosofía…y ojo ya hay hasta un congreso próximo sobre el rol de la evaluación en la era de la post verdad: Measuring What Matters in a Post-Truth Society

2.No es solo necesaria la profesionalización de la evaluación, sino que no olvidemos el rol transversal de la evaluación para el resto de profesiones: sin evaluación no hay profesionalización. Algunos de los campos más profesionalizados (funcionariado, medicina…) lo consiguieron a través de la incorporación de sistemas de control de calidad (integrando la doble vertiente de rendición de cuentas y aprendizaje que implica la evaluación)

3.No hay evaluación sin rendición de cuentas…y el mayor garante de la rendición de cuentas es el parlamento. Las Asociaciones de Evaluación (VOPEs) son importantes, pero debido a ese binomio técnico y político, hay que hacer lo posible para incorporar a los agentes de cambio político (como el parlamento) y social (otras asociaciones, academia y los medios de comunicación). EvalPartners tiene iniciativas muy interesantes para involucrar a los Parlamentos Nacionales en los procesos de desarrollo de capacidades en evaluación.

Por tanto, no podemos perder de vista que el camino hacia la profesionalización no es sólo técnico (tecnocrático), sino también político. Y ahí a veces nos pillan a los evaluadores, tan acostumbrados a nuestro trabajo solitario y sistemático con tantos nexos con la investigación (más centrados en el rigor, en la independencia y en la objetividad) y tan poco acostumbrados a la gestión y a la política (más sucia, menos independiente y más dada al regateo, al mercadeo y a los compromisos -a veces a cualquier precio-…de cara a la utilidad…o al pragmatismo)…cuánto cuesta en evaluación ese equilibrio tan inestable entre rigor, independencia y utilidad…

Tomo del post de Pablo un párrafo clave que marca el titánico camino que hay por delante para profesionalizar la evaluación. La fuente es de ese gran evaluador que fue primero técnico, después político y ahora una referencia (filosófica):

 

 

«Bob Picciotto, desde el marco de la sociología de las profesiones, sintetiza algunas de las características que debe construir una agenda para la profesionalización de evaluación:

(1) el reconocimiento público que la ocupación promueve el interés general; 

(2) procesos reconocidos de desarrollo disciplinar (educación especializada, exposición continua a la práctica de expertos);

(3) autonomía profesional (la propia profesión controla la contratación, la calidad de la formación, la aprobación de directrices profesionales, la aplicación de normas éticas, etc.);

(4) el acceso a la práctica (la institucionalización de la experiencia profesional mediante la educación terciaria de alta calidad y una amplia gama de posibles restricciones sobre el acceso a la práctica profesional: designación, acreditación, certificación, licencias).»

En mi próximo post centraré un poco más el tema y trataré de hablar del proceso que está realizando el grupo de profesionalización del Sociedad Europea de Evaluación del que soy miembro.

Tres ideas  ya contadas y tres antiguos posts sobre evaluación, carreras profesional y asociacionismo: Y como prometido, dejo aquí  los tres posts del pasado, terminando aquí esta primera e-post-ola.

 

Asociacionismo en evaluación –capítulo primero

(Octubre de 2014)

Más que nunca necesitamos del asociacionismo para aumentar nuestro capital social, humano y técnico, aumentando la capacidad de análisis, escucha, respuesta y servicio. Pero no debe ser fácil cuando hasta ahora no se ha llegado a las bases con una propuesta de verdadero trabajo en red y mutuamente beneficiosa, en la que se den soluciones de forma proactiva a problemas comunes o colectivos, en el que las bases se involucren de forma también proactiva y los boards o élites dirigentes, actúen para el pueblo y con el pueblo, y en representación de y con sus miembros

Acade: ¿por qué la sociedad española no se ha movilizado ante la reducción de la ayuda?

(28 Octubre del 2013)

“La sociedad civil organizada ha cambiado su papel y ya no habla en nombre de otros”. Aquí se mencionaron movimientos como el 15 M o las redes sociales. “No se necesitaba a la ciudadanía y la cooperación se ha dedicado a otras cosas…y se han perdido a las bases”. No se tuvo la suficiente visión de que la “sociedad civil organizada es capaz de crear opinión y estar sintonía con la sociedad. Luchar contra las desigualdades no implica sólo luchar contra la pobreza”. “La sociedad civil (organizada) ha tenido un problema de comunicación, aunque también ha habido problemas con el papel del liderazgo público”. A este punto durante el turno de palabra indiqué que no sólo era un problema de comunicación en el sentido de enviar el mensaje (de convencer), sino en el de escuchar. Pero hubo más sobre este punto:

-“El sector de ONGD está fragmentado. Pero el problema del apoyo social no es sólo de España. No se ha sido capaz de demostrar que la ayuda sirve para algo, de que la ayuda funciona”. Por otra parte hay muchos“peligros buscando atajos del norte al sur”.

– La base no se necesitaba porque estaban los profesionales. Se buscó “la profesionalización pero no un liderazgo asociativo” con el apoyo de las bases.

-“Ha habido un problema de mala gestión del accountability, ya que se ha entendido un accountability hacia el financiador. En España no tenemos conciencia de que lo público es de todos. Se debería haber hablado con la sociedad sobre los avances. No ha existido una política de transparencia”.”No ha habido suficiente diálogo y después el dinero público se ha retirado.”.

En este punto también señalé algunas ideas durante el turno de palabra de la jornada: Las afirmaciones anteriores, de ser ciertas, “iban en contra elementos básicos de la democracia participativa”. En un colectivo y sector para el que el concepto de participación parece tan importante, esto aumenta la carga de retórica de su discurso (o sus discursos). Repitamos: ¿No se necesitaba a la ciudadanía? ¿No había una política pública de estado?. También señalé que al binomio política vs tecnocracia había que añadir las dinámicas personalistas (o grupales) de poder. Éstas implican que el único deseo de cambio que se desea es “quítate tú para ponerme yo”, para mandar, mandar porque puedo. También es de señalar la magnitud de la retórica de una política ilustrada debido a la distancia con la sociedad civil, y que a su vez ha dado lugar a más distancia entre la sociedad y la política.

¿Carrera profesional en la cooperación española? La soledad de la carrera de fondo

(22 Mayo 2013)

…es un sector de profesionales poco valorado, desestructurado, sin sentimiento de cuerpo y, en consecuencia, en el que prima más el “qué hay de lo mío” y el “sálvese quien pueda”, que una visión colectiva sobre cómo debería ser un sector profesional en coherencia con la agenda de eficacia, en la que “de verdad” primaran los intereses de los más pobres (destinatarios por la vía de la apropiación y alineamiento de la ayuda) y de la sociedad española (demandantes de reducción de la pobreza con la máxima eficacia, eficiencia, pertinencia e impacto posible). En este marco la Cooperación Española continuamente se está descapitalizando de sus profesionales, ya que no existen ni mecanismos, ni contextos, ni incentivos para dar la oportunidad o contar con los mejores profesionales en los puestos de responsabilidad y decisión.

Como resultado de los desincentivos anteriores las Agencias, Departamentos públicos y las ONGD españolas tienen una gran rotación de personal tanto de personal directivo, como técnico. Estos cambios hacen más necesarias las estrategias de Gestión del Conocimiento y tienen el peligro de tender a una visión cortoplacista y no estratégica. Asimismo en dichos Departamentos Públicos no suele haber objetivos ni indicadores claros a nivel organizacional, ni mecanismos eficaces de rendición de cuentas de forma bidireccional a los más altos niveles jerárquicos.” (Rodríguez Ariza, Carlos, 2009, página 32) La gestión de la información en las organizaciones de desarrollo (vol. II)

A veces nos pasa evaluando. Contradicciones de un soldado de fortuna…digo, de un evaluador independiente


Uno empieza a tener historias que contar como el abuelo cebolleta, contar cuentos y aventuras de esta profesión de evaluación que pocos fuera entienden. Me han ofrecido la oportunidad de intercambiar sobre experiencias en evaluación en la próxima conferencia de la RELAC, cuando justamente ya tenía esbozado este post, sirva pues como adelanto…

A veces olvido que la empatía es un prerrequisito, una condición necesaria para el oficio de evaluación…demasiados prejuicios, ideas preconcebidas…antes la pregunta, la discusión, el conocimiento, luego juzgar, como en la vida misma.

A veces llaman a tu puerta y te dan una evaluación llave en mano – ¡¡¡¡ – A veces preparas propuestas muy buenas durante días y ni siquiera te dan las gracias…

A veces haces conclusiones y recomendaciones, y unos contentos y otros se rasgan las vestiduras, en fin nunca llueve a gusto de todos…una vez aprendí de un gran profesional que no estamos en esto de la evaluación para hacer amigos –al menos como primer objetivo claro, amigos se pueden hacer y muchos…

Cuánto cuesta tener suficiente autoconfianza y dejar de pensar que no eres sólo tu último trabajo de evaluación, que no pasa nada por pifiarla una vez, que somos algo más, un camino, no un momento ni un lugar. A veces como evaluadores nos pegan palos hasta en el carnet de identidad y donde menos te lo esperas…pero no pasa nada…nada  ¡¡¡¡

Uno ha de estar enfocado a la utilización y al servicio al cliente, esto incluye a veces el servicio post venta…A veces cuando crees que el proceso evaluativo ha terminado no paran de llamarte para que respondas a los comentarios de este actor que -lo siento- no respondió a tiempo, o para que hagas una nueva presentación o un nuevo informe de evaluación en formato página, díptico o tríptico…y otras he tenido que indicar reiteradamente –y sin éxito- a la organización evaluada, que debemos hacer una presentación como parte del proceso de validación…

A veces me he encontrado con que el gestor de la evaluación era el gestor del proyecto…y, mira por dónde, te cuestionaban las conclusiones cuando se referían a retos, pero no cuando se referían a fortalezas… y no ha sido nada, nada fácil…

A veces me he encontrado con gestores de evaluación encantadores, con los que se establecía una relación de confianza y colaboración…y de aprendizaje…y a veces con otros con los que no había tanta confianza, ni colaboración…y el aprendizaje era menor…empezando por aquella vez cuando en la primera reunión nos dejaron bien claro que éramos el menos malo de los equipos evaluadores…pues vaya…

A veces el gestor me ha dejado libertad de actuación y otras me han tenido hablando durante horas y horas hasta el amanecer…debido a la diferencia horaria entre las dos orillas del gran charco

A veces he encontrado evaluaciones bien pagadas, otras muy mal pagadas, es increíble este desfase…es un error táctico meterse en una evaluación mal pagada, ya es un indicador de que todo puede funcionar mal, además no significa que luego te vayan a exigir menos, aunque la otra parte, el pagador, no haya cumplido su parte de valorar correctamente tu trabajo…

A veces he encontrado en los proyectos que he evaluado rastros de algo parecido al enfoque de género…pero en muchos el género se ha evaporado en el camino…

Yo prefiero el adjetivo independiente, que el sustantivo consultor. A veces ser independiente te da la oportunidad de comunicarte y tener voz, tu voz, tanto de forma oficial como oficiosa, a través de las asociaciones de evaluación –VOPES-, por ejemplo…y a veces ser independiente te introduce en una caverna de aislamiento, en la soledad del corredor de fondo – no estoy solo, me tengo a mí y a mis circunstancias..a todo -todas y todos- lo que llevo a mis espaldas y en mis pies y en mis manos…aunque no está mal a veces llamar por teléfono a los colegas claro

A veces las compañías aéreas engañan…cualquiera un poco viajado lo sabe…Quatar Airways o Emirates..son MUUUUUUUUUUUCHO mejores que IBERIA o American Airlines…otro día hablaremos de la tortura que supone pasar por ciertos países o aeropuertos…donde a uno le hacen sentir como a un delincuente…

SIEMPRE. SIEMPRE he conocido nuevos horizontes y gentes, he aprendido algo nuevo en cada evaluación o proceso evaluativo, algo que cambiar, algo que mejorar…

A veces eres lo que comes, otras eres lo que lees o lo que escuchas. Bueno pues os dejo con este A veces de hace un tiempo, de todos los tiempos…os dejo con la senda del tiempo.

Asociacionismo en evaluación –capítulo primero


He vuelto de la conferencia de la Sociedad Europea de Evaluación en Dublín con sentimientos algo contradictorios.
Ésta es la quinta conferencia de la EES a la que acudo. Sevilla 2002 siendo doctorando, Berlín 2004 doctorando, Lisboa 2008 siendo gestor de evaluaciones para la DGPOLDE, Praga 2010 siendo gestor de evaluaciones y…Dublín siendo evaluador independiente…
Hay gente que he seguido viendo desde hace doce años y otras caras nuevas. Lo que no ha dejado de cambiar es la comida y el precio…
-La comida…ya ha ganado el estilo anglosajón del MAL-comer en el que si no eres nórdico o anglosajón, ni comes ni haces networking…
-El precio…desde alrededor de 300 hasta más de 500 euros…y eso lo indiqué en la asamblea de miembros, que una conferencia que se centraba en la equidad no puede tener esos precios claramente injustos, 1. Porque cobra igual a un miembro del Banco Mundial al que financia su institución, que a un consultor independiente con familia numerosa, que no tiene asegurado sus ingresos para el próximo mes. 2. Porque da becas a personas de lo que denominan países en desarrollo sin incluir criterios de renta para ello…iguales pero diferentes…
Pero el precio de la conferencia es la punta del iceberg del problema del número de socios…Me queda claro que el tema del asociacionismo en evaluación no se ha resuelto ni en España ni en Europa. La EES necesita más socios dinámicos y proactivos y menos precio en sus cuotas…
Podríamos correr el riesgo de pensar que el asociacionismo no sirve…pero aplicando el esquema del cooperativismo agrario en el que se decía lo mismo, la misma respuesta puede servir…solo nos acordamos del asociacionismo cuando las cosas van mal…y cuando las cosas van mal, nada funciona…
El tema del asociacionismo en evaluación está de moda…en España tenemos la Sociedad Española de Evaluación y dos asociaciones o redes nuevas de dos másteres o magísteres de evaluación, la red internacional de evaluación y la asociación de profesionales de evaluación. Ello en ciernes del 2015, año internacional de la evaluación y el proceso Evalpartners…
Y ese es otro tema, como conseguir que las asociaciones cumplan su importante función social…cuando es una necesidad clara en nuestro gremio que como tantos otros en España no tiene carrera profesional y está fragmentado, dividido, desconfiado…que vive más del oportunismo que del desarrollo de oportunidades…
Más que nunca necesitamos del asociacionismo para aumentar nuestro capital social, humano y técnico, aumentando la capacidad de análisis, escucha, respuesta y servicio. Pero no debe ser fácil cuando hasta ahora no se ha llegado a las bases con una propuesta de verdadero trabajo en red y mutuamente beneficiosa, en la que se den soluciones de forma proactiva a problemas comunes o colectivos, en el que las bases se involucren de forma también proactiva y los boards o élites dirigentes, actúen para el pueblo y con el pueblo, y en representación de y con sus miembros…para ello haría falta –entre otras cosas – un ejercicio importante de mutua rendición de cuentas y aprendizaje- una dosis de nuestra propia medicina, vamos, de EVALUACION- Una evaluación de lo que este tipo de asociaciones o redes de evaluación han querido y venido haciendo, de su público objetivo deseado y real…pero esa es otra historia que tendrá que ser contada en otro momento…

¿Carrera profesional en la cooperación española? La soledad de la carrera de fondo


Quiero iniciar un período de reflexión en torno a la carrera profesional en la Cooperación Española. Siempre he creído que el tema del aprendizaje, la calidad y la construcción de capacidades son caras de la misma moneda. Como da para mucho, prefiero empezar por algo fácil y qué más fácil que… autoplagiándome. Aquí dejo un texto de una publicación de hace 4 años, pero que se escribió hace más de 5 años. Texto que me temo que sigue siendo de actualidad y que sigo manteniendo íntegramente. Entonces la crisis financiera empezaba, pero parecía lejos del sector de la Cooperación Española que, salvo excepciones, vivía en la burbuja de su luna de miel con el poder («el anillo único para dominarlos a todos») y la financiación («mi tesoro»). Y es que digan lo que digan los Planes Directores (de la Cooperación Española), nuestra crisis es social-colectiva, de valores y de visión común (y sí, quien esté libre de pecado que tire la primera piedra, pero como decía un amigo (en el futuro) «alguien tendrá que poner el cascabel al gato»)…Y bueno sí, lo escribí yo, pero como no lo habréis leído pues os dará igual digo yo…

(Rodríguez Ariza, Carlos, 2009, página 32) La gestión de la información en las organizaciones de desarrollo (vol. II)

“El tema de los Recursos humanos es uno de los más débiles en la Cooperación Española  (1) En la Cooperación Española en general (sin meternos en sector público o no) no existe una carrera profesional que garantice que un profesional con una determinada formación, conocimiento y experiencia pueda optar en igualdad de condiciones (en términos de concurrencia, publicidad y mérito) a determinados puestos de responsabilidad o decisión. (2) Los procesos de reclutamiento suelen ser poco transparentes, primando el reclutamiento de recursos endógenos. (3) En España, uno de los países de menos productividad de la UE, en general prima la concurrencia en base al precio, no a la calidad, debido en parte a que son muy débiles los mecanismos de rendición de cuentas y a que la cultura de evaluación es también muy débil. (4) Los responsables de Agencias, Departamentos y ONGD no basan su agenda en evidencias. No hay evaluación sistemática ni de resultados ni de buen desempeño organizacional, por lo que no se determinan de forma sistemática aprendizajes o fracasos que discriminen la buena gestión y el buen desempeño. (4) La Educación para el Desarrollo es muy débil (La sociedad española (aparte de un reducido sector cercano a las ONGD, lo que a veces se viene en llamar “sociedad civil organizada”) se ha quedado anclada en las manifestaciones de 1994 en torno al 0,7%, de forma que, en general, no demanda resultados de desarrollo sino que, debido al desconocimiento del sector y su evolución, se centra sólo en la necesidad de “cuentas claras”. Los esfuerzos en Educación para el Desarrollo tendrán que avanzar en el sentido de que la sociedad demande eficacia y resultados de desarrollo a las Organizaciones de Desarrollo (“0,7 para qué”). Sin embargo no es claro que en estos momentos pueda ser asumido por la sociedad el grado de riesgo e incluso fracaso que toda intervención en desarrollo lleva asociado. De ahí la importancia de las Capacidades… ) (5) Para finalizar indicar que a esto no ayuda los conflictos por intereses particulares que existe en entre algunos sectores de la cooperación, divididos por la ideología o por la pertenencia a determinadas instituciones o cuerpos (públicos y privados), sin lograr hasta el momento una visión colectiva, y que en muchos casos persiguen la visibilidad y el poder.

Uno de los efectos de lo anterior es un sector de profesionales poco valorado, desestructurado, sin sentimiento de cuerpo y, en consecuencia, en el que prima más el “qué hay de lo mío” y el “sálvese quien pueda”, que una visión colectiva sobre cómo debería ser un sector profesional en coherencia con la agenda de eficacia, en la que “de verdad” primaran los intereses de los más pobres (destinatarios por la vía de la apropiación y alineamiento de la ayuda) y de la sociedad española (demandantes de reducción de la pobreza con la máxima eficacia, eficiencia, pertinencia e impacto posible). En este marco la Cooperación Española continuamente se está descapitalizando de sus profesionales, ya que no existen ni mecanismos, ni contextos, ni incentivos para dar la oportunidad o contar con los mejores profesionales en los puestos de responsabilidad y decisión.

Como resultado de los desincentivos anteriores las Agencias, Departamentos públicos y las ONGD españolas tienen una gran rotación de personal tanto de personal directivo, como técnico. Estos cambios hacen más necesarias las estrategias de Gestión del Conocimiento y tienen el peligro de tender a una visión cortoplacista y no estratégica. Asimismo en dichos Departamentos Públicos no suele haber objetivos ni indicadores claros a nivel organizacional, ni mecanismos eficaces de rendición de cuentas de forma bidireccional a los más altos niveles jerárquicos.»

(Rodríguez Ariza, Carlos, 2009, página 32) La gestión de la información en las organizaciones de desarrollo (vol. II)

Usos y abusos de nuestra burbuja de Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD)


Vivimos tiempos convulsos en España. Pero soy optimista. Tengo el optimismo del corredor y del esfuerzo de la carrera de fondo. No hay otra. Cualquier atajo, de esos a los que nos han mal acostumbrado, no va a mejorar las cosas, al menos a nivel colectivo…

Para entender qué quiero decir por atajos, recientemente apareció el artículo de opinión de César García Muñoz “La enfermedad del clientelismo”. El clientelismo, el nepotismo, usar fondos públicos con intereses no públicos son formas de corrupción.

Y es que algo que también propició el espejismo de bonanza de principios de 2000, a la sombra de la burbuja inmobiliaria, fue el aumento descontrolado de la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) desde Administración General del Estado, Comunidades Autónomas y Entes Locales. Creo en la AOD como complemento a la coherencia de otras políticas para resolver algunas desigualdades globales. Pero no creo en el aumento descontrolado de la Ayuda Oficial al Desarrollo, ya que puede tener en el medio y largo plazo –como estamos viendo ahora en España- claros efectos adversos sobre beneficiarios, socios y profesionales del sector. Lo que hemos presenciado ha sido el viejo dar peces en lugar de enseñar a pescar. Y se acabaron los peces. Y apenas nadie fuera del núcleo más cercano de lo que se ha llamado “sociedad civil organizada” (y que algunos confunden con la sociedad civil a secas) movió un dedo para evitar el desarme de esa política…había otros problemas. Pero esos problemas son complementarios, no suplementarios: la cooperación, la solidaridad no entienden de fronteras, más que nunca ahora necesitamos de los valores de la solidaridad y la cooperación en la sociedad española.

El aumento de la AOD fue descontrolado no sólo porque el nivel de responsabilidad, rendición de cuentas y evaluación de lo realizado estuvo por debajo de lo que debió ser, sino por su falta de sostenibilidad. Porque no se hizo una planificación racional y realista que previera diferentes escenarios de futuro para tomar decisiones que trataran de asegurar cierta sostenibilidad de elementos clave (como la educación para el desarrollo, el desarrollo de instituciones y capacidades  y la investigación para el desarrollo). En el Reino Unido, también en crisis aunque cierto no del calibre de España, y también con gobierno conservador, fruto en parte del desarrollo de la enorme fortaleza de sus instituciones (DFID, Universidades, ONGD, think tanks, profesionales…), fruto en parte de la eminencia de sus centros de investigación y de la trayectoria de campañas de sensibilización, la AOD se ha mantenido como una prioridad independientemente del color político (llegando al 0,7%).

Sin duda en España ésa fue una época dorada (especialmente para algunos) pero efímera (para la mayoría).  José Antonio Marina en su libro “La inteligencia fracasada”, indica que la “Inteligencia es la capacidad de un sujeto para dirigir su comportamiento, utilizando la información captada, aprendida, elaborada y producida por él mismo”. Si el sujeto fueran los distintos engranajes de la máquina que se puso a ejecutar la AOD, ¿qué podríamos decir de su inteligencia?

Si al menos aprendiéramos. Pero es complejo: Ya tras el cambio de gobierno se ha hecho el camino inverso pero también sin control. Se ha cortado por lo sano (odio esa expresión), se ha recortado de forma dramática, drástica y súbita la AOD sin valorar qué intervenciones merecía la pena continuar…Intervenciones pertinentes y eficaces se han parado sin realizar un análisis de vulnerabilidad, la precariedad de la carrera profesional se ha acentuado, expedientes de regulación de empleo…continúa el clientelismo y procesos de reclutamiento poco transparentes (de esos en los que se sabe el/la que será elegido antes de que comience el proceso).

Pero a pesar de todo ello, sí que se consiguieron resultados, se ha contribuido a la reducción de las desigualdades y ahora contamos con muchos profesionales de calidad en el sector.

Lástima que no hayamos sido capaces de contar y aprender de todas esas historias (de las buenas y de las no tan buenas)…y lástima que hayamos dejado tantas intervenciones eficaces sin continuación y que muchos de esos profesionales no encuentren ahora su lugar en la Cooperación Española…cuando hubo momentos que no éramos capaces de ejecutar toda la AOD  prevista. Recordemos  que el Consejo Europa acaba de criticar a España por sus pasados gastos irracionales. El gasto o el recorte no son malos por sí mismos, no son malos si se gasta o si se recorta bien. Lo que es malo es el adjetivo: “irracional”.

Hoy más que nunca necesitamos de los valores de la cooperación y la solidaridad para superar estos tiempos irracionales y convulsos.