En “El cerebro da el 100% cuando está limitado”, nos cuentan que en determinadas circunstancias, lo que aparenta una contradicción resulta la mejor forma de llegar a los resultados deseados. Al menos así de claro cuando ligaron sus argumentos acerca de los errores y la innovación. Sin fracaso, no hay camino hacia el éxito posible. Cualquier startup u organización desea tocar la cima, pero esta no es la base desde la que cimentar creatividad. “Solo aprendes de los contratiempos. Ahí es donde están las lecciones y donde empiezas a aprender”. En esta misma línea de pensamiento, los fallos son las pistas y no el propio éxito. “La adversidad es una buena escuela de aprendizaje cuando hablamos de innovar”
Al igual que cada vez más compañías abrazan la idea de contar entre sus filas con perfiles laborales entremezclados –desde ingenieros hasta filósofos bajo el mismo techo–, el concepto de innovación, contempla un abanico amplio de posibilidades. Derribada la barrera de unir siempre tecnología con disrupción, todos los ponentes apelan a innovar tanto desde la ausencia de temor al fracaso como resaltando las capacidades personales. “No hay una única vía que te dirija hacia la creatividad. Al final, contamos con un marco común, igual para todos, sobre el que buscar esta transformación”. Sin darse cuenta, la propia cultura acaba de aportar alguna clave sobre cómo desarrollar la tan ansiada i de innovación.
La viajera que quiso enseñarme a besar
En la gare d’austerlitz
Primavera de un amor
Amarillo y frugal como el sol
Del veranillo de san martín
Hay quien dice que fui yo
El primero en olvidar
Conocí a mademoiselle amsterdam
En la fatua nueva york
Da más sombra que los limoneros
La estatua de la libertad
Pero en desolation row
Las sirenas de los petroleros
No dejan reír ni volar
Y, en el coro de babel
No hay más ley que la ley del tesoro
En las minas del rey salomón
Y desafiando el oleaje
Sin timón ni timonel
Por mis sueños va, ligero de equipaje
Sobre un cascarón de nuez
Mi corazón de viaje
Luciendo los tatuajes
De un velero al abordaje
De un no te quiero querer
Y cómo huir
Cuando no quedan
Islas para naufragar
Al país
Donde los sabios se retiran
Del agravio de buscar
Labios que sacan de quicio
Tan sumarios que envilecen
El cristal de los acuarios
De los peces de ciudad
Que mordieron el anzuelo
Que bucean a ras del suelo
Que no merecen nadar
El dorado era un champú
La virtud unos brazos en cruz
En comala comprendí
Que al lugar donde has sido feliz
No debieras tratar de volver
Cuando en vuelo regular
Pisé el cielo de madrid
Me esperaba una recién casada
Que no se acordaba de mí
Y desafiando el oleaje
Por mis venas va, ligero de equipaje
Sobre un cascarón de nuez
Mi corazón de viaje
Luciendo los tatuajes
De un pasado bucanero
De un velero al abordaje
De un liguero de mujer
Cuando no quedan
Islas para naufragar
Al país
Donde los sabios se retiran
Del agravio de buscar
Labios que sacan de quicio
Mentiras que ganan juicios
El cristal de los acuarios
De los peces de ciudad
Que perdieron las agallas
En un banco de morralla
En una playa sin mar