La visión de túnel metafóricamente denota la renuencia a considerar alternativas a la línea de pensamiento preferida de uno; los casos incluyen médicos que tratan a pacientes, detectives que consideran sospechosos de delitos o cualquier persona predispuesta a un resultado favorable. La forma común de resolver este problema es una segunda opinión, es decir, lograr que alguien no relacionado con la investigación original lo vea desde el principio, sin los mismos prejuicios y preconceptos. Esto generalmente se debe al sesgo de incidentes anteriores. Un ejemplo clave de la «visión de túnel» es el perfil racial en los Estados Unidos.